EL ZOO DE LA EDAD DE PIEDRA
Serie de 17 piezas / Medidas variables / 2022
Grafito, lápices de colores y fuego sobre cartón reciclado.
“Göbekli Tepe”, en turco “Colina Panzuda” es el lugar de culto más antiguo conocido hasta nuestros días. Fue construido hace 11.600 años en Turquía, miles de años antes que las pirámides de Egipto y Stonehenge. Es un lugar de sumo interés por la época en la que fue construido y además por ser el lugar en el que pudo nacer «la conciencia de lo sagrado». También se considera que en uno de los tótem se encuentra el pictograma más antiguo del mundo.
Su descubridor, el arqueólogo alemán Klaus Schmidt, lo denominó el “zoo de la edad de piedra” por la cantidad de animales que aparecían representados: leones, toros, jabalíes, zorros, gacelas, asnos, serpientes y otros reptiles, insectos, arácnidos y pájaros, especialmente buitres y aves acuáticas. En la época en que el santuario fue construido, el medio circundante era mucho más lozano que en la actualidad, siendo capaz de sostener gran variedad de vida salvaje. Esto fue antes de que los muchos milenios de asentamientos humanos y la agricultura lo convirtieran en la polvorienta región que es ahora.
Desde una perspectiva ecológica, como trato en todas mis obras, he dibujado las partes del santuario sobre cartones reciclados.
Me he imaginado en el futuro, utilizando lo que tenía a mi alcance (cartones, grafito y fuego), quizás desde una cueva, intentando recordar lo que fue este bello lugar en este maravilloso mundo que estamos relegando a su extinción.
En ese recuerdo vago (en mi mente) aparecen también dibujos de otras culturas como la china o la egipcia, así como elementos de mi propio imaginario personal. Es por ello que aparecen en las piezas, mezclados con los animales originales de los monolitos y los pictogramas abstractos del lugar.
También he introducido en los mismos tótems objetos encontrados in situ como puntas de flecha o trozos de cerámica, así como elementos de medición utilizados en arqueología.
Es un intento de permanencia del lugar, con todo lo que tengo ahora a mi alcance; su historia, sus mitos y su mirada más científica.
THE ZOO OF THE STONE AGE
Series of 17 pieces / Variable measures / 2022
Graphite, colored pencils and fire on recycled cardboard.
"Göbekli Tepe", in Turkish "Pallied Hill" is the oldest place of worship known to this day. It was built 11,600 years ago in Turkey, thousands of years before the Egyptian pyramids and Stonehenge. It is a place of great interest due to the time in which it was built and also for being the place where "the awareness of the sacred" could be born. It is also considered that one of the totems is the oldest pictogram in the world.
Its discoverer, the German archaeologist Klaus Schmidt, called it the "Zoo of the Stone Age" because of the number of animals that were represented: lions, bulls, wild boars, foxes, gazelles, donkeys, snakes and other reptiles, insects, arachnids and birds, especially vultures and waterfowl. At the time the sanctuary was built, the surrounding environment was much more lush than it is today, capable of supporting a wide variety of wildlife. This was before the many millennia of human settlement and agriculture turned it into the dusty region it is now.
From an ecological perspective, as I treat in all my works, I have drawn the parts of the sanctuary on recycled cardboard.
I have imagined myself in the future, using what I had at my disposal (cardboard, graphite and fire), perhaps from a cave, trying to remember what this beautiful place was like in this wonderful world that we are relegating to its extinction.
In that vague memory (in my mind) there are also drawings from other cultures such as China or Egypt, as well as elements from my own personal imagination. That is why they appear in the pieces, mixed with the original animals of the monoliths and the abstract pictograms of the place.
I have also introduced in the same totems objects found in situ such as arrowheads or pieces of pottery, as well as measuring elements used in archaeology.
It is an attempt to remain in the place, with everything that I now have within my reach; its history, its myths and its more scientific look.